El gnosticismo tiene una visión dualista y ve la materia como una degradación y ve el ideal de vida como existencia como espíritu puro. Esto lo lleva a una ideología de fuga del mundo y de sus problemas.

   Según ellos, el hombre encerraría una chispa divina que ha de ser liberada para obtener una salvación extramundana. Esta liberación se logra por la adquisición de conocimientos escalonados arcanos.

   Influyó indirectamente, al menos por oposición, en el Nuevo Testamento y en escritos apócrifos.