|
Las parábolas no sólo deben ser contextualizadas en el tiempo de Jesús, en la Iglesia primitiva, en el conjunto literario y teológico de los evangelios; deben ser contextualizadas, o re-contextualizadas, en nuestro mundo y en nuestras culturas. No basta con saber qué quería decir Jesús (primer horizonte) o cómo fue entendido por los primeros cristianos (segundo horizonte). Debemos trasladar ese mensaje a nuestro día (tercer horizonte), sin renunciar a la fuerza de la narración y la imaginación que están presentes en las parábolas. Ayer y hoy de las parábolas. Francisco R AMÍREZ FUEYO, SJ ,SAL |