¿Nos parece
que es válido?
Si repasamos
la historia del pensamiento occidental, vemos que es
un asunto ampliamente estudiado y debatido y al que se le han
dado múltiples respuestas. Desde el escepticismo
radical que le niega todo valor hasta la afirmación
de su valor ontológico, pasando por la
interpretación formal kantiana y por la explicación psicologista del empirismo inglés.
A la hora de
debatir el sentido de la vida humana y del Universo
con frecuencia se acude al principio de causalidad y
de su admisión o negación depende, con frecuencia, que se le vea
sentido o no a la existencia humana y a todo el
universo.
Por otra
parte, ha sido utilizado como palanca de la
justificación de la existencia de Dios, afirmando
que la única causa proporcionada del Universo en que
vivimos es un ser sumamente perfecto, poderoso e
inteligente que es el fundamento y causa radical de
este universo.
De aquí surgen
varias cuestiones sobre las que debatir-dialogar:
-
¿Nos
parece válido el principio de causalidad
proporcionada?
-
¿Es
necesario demostrar todo totalmente (hasta
lograr una base evidente)? ¿Es posible
demostrar todo totalmente (hasta logar una
base evidente)?
-
¿Todo
saber humano, científico o no, se apoya en
algunos presupuestos o postulados
indemostrables? ¿Es el principio de
causalidad proporcionada uno de estos
presupuestos?
-
¿Este
principio puede ser la base de que el mundo,
el Universo sea algo razonable o todo es
absurdo, sin sentido, puro azar?
-
¿Tiene
sentido que de lo inferior, menos perfecto
vaya surgiendo lo superior, lo más perfecto?
¿Es posible que de lo menos salga lo más?
-
¿Es
demostrable la existencia de Dios? ¿La
admisión de este principio la hace
demostrable?
-
¿Es
razonable la existencia de Dios o es un
disparate irracional?
-
¿Podemos saber algo sobre cómo es Dios
partiendo de nuestra experiencia y aplicándole
el principio de causalidad proporcionada?
Muchas
cuestiones, muy amplias, para algunos supérfluas,
para otros la base de cualquier explicación
racional, para algunos siempre actuales, para otros
cuestiones del pasado... El debate puede ser muy
rico, muy profundo y muy enriquecedor.
Creo que en el
fondo, se dan dos respuestas a esta cuestión y
merece la pena dialogarlas.
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