CRÍTICA LITERARIA

Análisis del texto en su dimensión histórico-literaria.

Se suelen distinguir:

historia de las formas literarias
historia de la tradición
historia de la redacción

Más detalles

 

 

 

CRITICA LITERARIA

Critica Iiteraria

  1. Objetivo: Descubrir la intención del autor, lo que quiso decir, teniendo en consideración las circunstancias y modalidades de la producción del texto, el estilo, el destinario,etc

 

Este tipo de investigación ha permitido descubrir que muchos de los textos de la Biblia son «compuestos» (obra de diversas manos), producidos en diversas fases, hasta con pensamientos opuestos internamente. Ha demostrado también la pseudoepigrafia  o atribución ficticia, generalizada (por ejemplo, Carta de Pablo a los Hebreos, que no es ni carta ni de Pablo escrita a los hebreos ... ).

-2-  Pregunta: «¿Por qué, cuándo, dónde, cómo, para qué, para quién,  según. qué estilo, etc., fue escrito este texto?». «¿Qué quiso comunicar el autor? ¿a partir de qué situación?, ¿en qué ambiente? ¿con qué medios?. erc.?» «¿Cómo se presenta su texto? ¿de qué género es, cuál es su estructura y su composición, para que lo encendamos mejor?»

3) Criterios:

Externos:

_ Testimonio de fuentes arqueológicas (por ejemplo, si se encontrase una inscripción o pintura del siglo 1, confirmando que Juan escribió el Apocalipsis), literarias, docurnenrales, archi­ vísricas, etc. (por ejemplo, el encabezamiento añadido a los cua­ trO evangelios, comunicando el nombre de los evangelistas; el «canon de Muratori» [10.2], erc.),

Internos:

- Indicios internos en la obra respecto al autor, a su introducción, etc., por ejemplo, el prólogo de Lucas y Hechos (Le 1,1-4 Y Hch 1,1-2); la mención del autor al comienzo de las cartas de Pablo, Pedro, Santiago, Judas; en Ap 1,9; etc.

- Unidad de estilo, vocabulario y pensamiento; la observación atenta de estos elementos puede llevar a confirmar o a negar que tal obra está escrita por un solo autor, como una sola obra, etc.

- Probabilidad de que tal estilo, tal tema o tal vocablo existieran en la que se presume que es la época de redacción de la obra.

Cfr: Konings, Johan, La Biblia, su historia y su lectura. Una introducción. Verbo Divino Estella 1995 Pág. 205

 

 

Sobre los géneros literarios

Tipo de literatura al que pertenece un fragmento determinado de la Biblia. Cada género tiene sus propias características y según ellas ha de ser entendido. Por ejemplo, una parábola no ha de entenderse lo mismo que un relato.

 

La clasificación de los géneros literarios se hace atendiendo a varios criterios:

  • a) criterio material: según el argumento o tema

  • b) criterio formal: según la estructura, el procedimiento o las fórmulas

  • c) criterio de situación vital: origen y uso del texto

Si queremos hacer una enumeración de algunos géneros literarios, podemos hablar de:

Alianza Canción Evangelio Maldición Saga
Anécdota Carta Fábula Relato de milagro Salmo
Anunciación Credo Guerra santa Oráculo Acción simbólica
Apocalipsis Discurso de despedida Himno Parábola Súplica
Ayes Elegía Infancia de héroes Liturgia penitencial Testamento espiritual
Bendición Escatología Leyenda Pregón Visión
Bienaventuranza Etiología Litigio Liturgia profética Vocación

 ( Flor Serrano, Gonzalo, Diccionario de la Ciencia Bíblica - Verbo Divino. pag 52-53)

 

FORMGESCHICHTE (Historia de las Formas)

Es un procedimiento de análisis literario de la Biblia, dentro del método histórico-crítico, que es conocido también como "crítica de las formas".

Su finalidad es descubrir la forma literaria que ha recibido un elemento de la tradición en el curso de su transmisión oral.

 

También trata de establecer la relación entre los diversos géneros o formas literarias y las situaciones particulares de las comunidades receptoras ("lugar en la vida" = "Sitz in Leben) en las que las unidades textuales recibieron su forma.

 

Postula que la elección de los medios de expresión no es fruto del azar sino resultado de una estrategia.

 

Cfr. Marguerat, Daniel, Introducción al Nuevo Testamento: su historia, su escritura, su teología. Ed. Desclée . Bilbao 2008 Pág-501.

 

HISTORIA DE LASFORMAS,
 

La actual imagen científica de la literatura del AT y NT se funda en gran parte en los resultados de la investigación de nuestro siglo orientada hacia la h. de las f. Este hecho exige de todos los que quieran manejar responsablemente la Biblia conocimientos fundamentales sobre el «método histórico de las formas» y sobre los resultados logrados con su ayuda en lo relativo a la h. de las f. de la literatura bíblica. Entre los «métodos adecuados» con que la sagrada Escritura puede estudiarse y exponerse científicamente, «a fin de que el mayor número posible de ministros de la palabra puedan repartir fructuosamente al pueblo de Dios el alimento de las Escrituras», el magisterio eclesiástico cuenta en particular el método histórico de las formas (cf. Vaticano lr, Dei verbum, n .o 23, 12). Para la inteligencia de los Evangelios sinópticos, la consideración históricoformal es el «acceso decisivo»; sin exageración puede decirse que «no hay en absoluto inteligencia de los Evangelios sinópticos, si no se ha conocido antes la forma e historia de sus piezas particulares» (HERMANN, 64).

1. Dentro de la historia de la investigación, la h. de las f. debe situarse entre los períodos de predominio de la crítica literaria y el nuevo método histórico-redaccional (-->teología bíblica ii, ->exégesis). El «malestar de la mera crítica literaria» (ZIMMERMANN, 129), junto con una nueva reflexión sobre la forma lingüística de los textos bíblicos, que en gran parte proceden de una tradición popular religiosa, condujo después de fines de siglo a ocuparse de la tradición preliteraria. Siguiendo el proceso de la investigación del AT (llevada a cabo sobre todo por Gunkel y su escuela), los investigadores del NT aplicaron especialmente a los Evangelios sinópticos el examen de los textos con miras a su configuración y transmisión por la tradición oral.

a) Una vez que ya J.G. Herder «reconoció los problemas del estudio histórico-formal de los Evangelios» (KUMMEL, 98) y F. Overbeck hacia fines del siglo pasado trazó el programa de una «historia de las formas» de la «primitiva literatura cristiana» (HZ 48 [1882] 423), J. Weiss, al comienzo de nuestro siglo, incluyó expresamente el estudio de la forma literaria de los Evangelios y de sus grupos especiales de materia entre las tareas de la actual ciencia neotestamentaria (GS 1908, p. 35). Antes de la primera guerra mundial, los filólogos P. Wendland (Die urchristlichen Literaturf ormen [Tú 1912]) y E. Norden (Agnosthos Theos. Untersuchungen zur Formengeschichte religioner Rede [L - B 1913, Darmstadt 1956]) dieron importantes impulsos a la investigación histórico-formal del NT, y después de la guerra comenzó plenamente el período del método histórico de las formas.

b) Con su trabajo Rabmen der Geschichte Jesu (B 1919, Darmstadt 1964), que mostró cómo los Evangelios son redacciones conjuntas de piezas particulares y colecciones parciales transmitidas oralmente o por escrito, K.L. Schmidt abrió el camino al análisis formal de las perícopas particulares. El método histórico de las formas, tal como luego fue elaborado particularmente por M. Dibelius (Die Formgeschichte des Evangeliums [ 1919, T 419611) y R. Bultmann (Geschichte der synoptischen Tradition, 1921, GS 61964), estudia las leyes de la configuración y evolución de las piezas particulares en la tradición. «Rastrear estas leyes, hacer comprender la génesis de aquellas unidades menores, destacar y razonar lo que tienen de típico y llegar así a la inteligencia de la tradición; esto es cultivar la h. de las f. del Evangelio» (DiBELivs, 4). R. Bultmann, cuyo método está más fuertemente determinado por puntos de vista de la crítica histórica y de la historia de las religiones, formuló la idea de que «la literatura en que se sedimenta la vida de una comunidad y, por ende, también de la primitiva Iglesia cristiana, brota de manifestaciones y necesidades vitales muy concretas de esa comunidad, que producen un estilo determinado, formas y géneros determinados» (p. 4). Después de una amplia comprobación del método histórico de las formas con textos del AT y del NT en los últimos 50 años, actualmente disponemos de obras seguras para la práctica, p. ej.: el manual (orientado preferentemente hacia el AT) de K. Koch (Was ist Formgeschichte? Neue Wege der Bibelexegese [Neukirchen 19641), y la Neutestamentlichen Methodenlehre (Darstellung der Historisch-kritischen Methode [St 1967]) de H. Zimmermann. Ambos orientan también extensamente sobre el método «histórico-redaccional», que, completando en ocasiones la problemática del método de la h. de las f., investiga la configuración literaria y el sentido teológico que dio la redacción de los Evangelios (o de otros textos).

2. Como aspectos y resultados más importantes del trabajo sobre la h. de las f. pueden citarse hoy día los siguientes: para la inteligencia de la literatura bíblica, de su génesis, tradición y contenido es indispensable el conocimiento de las unidades mínimas («fórmulas»), de las unidades menores («formas»), y las grandes formas literarias superiores («géneros», -> géneros literarios). El esclarecimiento de la historia del género y de la forma de unidades menores, así como la determinación de su posible o probable «situación vital» (Sitz im Leben), conducen a la reconstrucción de la historia de la tradición y, con ello, a la historia de la génesis de los textos bíblicos.

a) En el estudio del AT, la investigación, p. ej., de los géneros literarios de los salmos ha llevado a una inteligencia más honda de la alabanza en el pueblo de Dios de la antigua alianza, pues la pertenencia de los cánticos a las distintas motivaciones del culto israelítico, a la alabanza del rey o a la tradición sapiencial, hace comprender la situación presupuesta en cada orante, los destinatarios y muchas cosas más. Los textos proféticos se abren mejor a la interpretación considerando las formas de lenguaje usadas en cada caso (mensaje, relato en primera o tercera persona, reprensión, amenaza, exhortación, promesa, etcétera). La tradición del derecho veterotestamentario ha podido esclarecerse cada vez más teniendo en cuenta las distintas formas (incluso las ajenas a Israel), p. ej., la formulación apodíctica o la casuística (-> ley i).

b) También en el estudio de los textos neotestamentarios ha mostrado su fecundidad el método histórico de las formas. Entre los cuatro géneros del NT (evangelios, hechos, cartas y apocalipsis), dos son originariamente cristianos: evangelios y hechos. Además, cada uno de los Evangelios sinópticos es entendido por la más reciente investigación histórico-redaccional como género independiente.

Al lado de una aplicación vacilante del método histórico de las formas a los escritos de Juan (sobre todo al Ap, con sus formas hímnicas, proféticas y apocalípticas), se realiza un trabajo más intenso acerca del corpus paulinum (formas epistolares, acciones de gracias, pasajes autobiográficos, caudal de fórmulas antiguas, pruebas bíblicas, doxologías, himnos, catálogos, etc. [cf. B. RiGAUx, Paulus and seine Briefe, Mn 1964, 164ss]), el cual ha arrojado abundante luz, de suerte que la elaboración de una historia sintética de las formas en los escritos paulinos ha venido a ser un verdadero desideratum.

c) Lo que ha sido mejor estudiado hasta ahora es la materia tradicional de los Evangelios sinópticos. El material se divide fundamentalmente en locuciones y narraciones. Se acostumbra a distinguir: en la tradición de palabras, p. ej., palabras proféticas, palabras sapienciales, palabras legales, palabras en primera persona, palabras de seguimiento, e incluso composiciones verbales; y en la tradición narrativa, paradigmas, disputas, relatos de milagros, narraciones históricas, la historia de la pasión, y hasta composiciones narrativas (ciclos, concatenaciones, etc.). La intuición fundamental de que la vida (y, con relación a la primigenia tradición cristiana, la plurifacética vida de la primitiva comunidad) crea la multiplicidad de las formas, permite concluir retrospectivamente de la forma acuñada su «situación vital», que, evidentemente, no siempre es fácil de determinar, sobre todo porque en muchos casos pudo cambiar en la historia primera de la tradición, p. ej., al insertar un fragmento particular en un género universal, o bien al poner una palabra de Jesús al servicio de la primera predicación cristiana.

De modo general, para la tradición sobre Jesús puede proponerse hoy día una triple «situación vital»:

  • Jesús,

  • la primitiva tradición de la Iglesia

  • y la redacción de los Evangelios.

Para cada «situación» particular pueden a su vez reconocerse diversos factores que codeterminan la forma. Por ej., con relación a Jesús cabe mencionar las discusiones con adversarios o las instrucciones a los discípulos; en lo referente a la tradición primitiva de la Iglesia podemos aducir sus intereses misionales, catequéticos, disciplinares y litúrgicos; y por lo que se refiere a los evangelistas, mencionemos su finalidad literaria y teológica, que a su vez está también determinada por las necesidades de un territorio eclesiástico de aquel tiempo.

d) Para la reconstrucción histórica es importante que se retroceda cuidadosamente de la última «situación vital» a la primera (que de cuando en cuando puede hallarse para las distintas formas, bien en los evangelistas y en la primitiva tradición eclesiástica, bien en Jesús y sus discípulos inmediatos). Aquí ha de observarse rigurosamente la distinción entre forma literaria y testimonio histórico transmitido en ella, sobre todo porque la tradición está marcada más por intereses teológicos que por intereses históricos y biográficos. La cuestión de la historicidad de lo transmitido no se ha hecho superflua ni imposible por el estudio histórico-formal de los textos; pero se le ha señalado su lugar adecuado de «cuestión última»; y, dada la acuñación kerygmática de la tradición, tampoco teológicamente es la pregunta más urgente.

e) La historia de las formas ha hecho ver que los escritos del NT en su conjunto son fruto de la predicación y testimonios de la fe; lo cual significa que, de suyo, ha de buscarse en ellos sobre todo su contenido kerygmático, aquella fe de la que dan testimonio (-> hermenéutica bíblica). La investigación histórica de las formas puede trazar por lo menos en sus rasgos generales la historia de la primitiva predicación cristiana y del primer testimonio de la fe. En ese sentido, no sólo sirve para la inteligencia de los escritos del NT (y del AT), sino también para el esclarecimiento de los orígenes de la comunidad creyente, que produjo estos escritos y los custodia hoy responsablemente. Con lo cual presta también un servicio -ya por la limitación a su tarea histórica - a la concepción actual de la Iglesia acerca de sí misma.

BIBLIOGRAFÍA: Forschungsberichte: M. Dibelius: ThR 1 (1929)185-216; G. Iber: ThR 24 (1956-57) 283338. - E. Fascher, Die formgeschichtliche Methode (Gie 1924); L. Kdhler, Das formgeschichtliche Problem des NT (T 1927); V. Taylor, The Formation of the Gospel Tradition (Lo 21935); K. Grobel, Formgeschichte and synoptische Quellenanalyse (Go 1937); E. B. Redlich, Form-Criticism, its Value and Limitations (1939, Lo 21948); E. Schick, Formgeschichte and Synoptikerexegese (Mr 1940); F. M. Braun: DBS III 312-317; H. Riesenfeld, The Gospel Tradition and its Beginnings (Lo 1957); G. Schille: NTS 4 (1957-58) 1-24 101-114, 5 (1958-1959) 1-11; G. Bornkamm, Evangelien, formgeschichtlich: RGG3 II 749-753; idem, Formen and Gattungen im NT: RGG3 II 999-1005; E. Kdsemann, Liturgische Formeln im NT: RGG3 II 993-996; C. Kuhl, Formen and Gattungen im AT: RGG3 11 996-999 (bibl. sobre el AT); Kummel; R. Schnackenburg, Formgeschichtliche Methode: LThK2 IV 211ss; H. Schürmann, Die vordsterlichen Anfdnge der Logientradition. Versuch Bines formgeschichtlichen Zuganges zum Leben Jesu: Der historische Jesus and der kerygmatische Christus (B 1960) 342-370; I. Hermann, Begegnung mit der Bibel (D 1962); Wikenhauser E 182-199; R. Schnackenburg: ZThK 85 (1963) 16-32; G. Schille: ThLZ 88 (1963) 491-502; Robert-Feuillet II 151-162 283-302; O. Kaiser- W. G. Kummel, Einführung in die exegetischen Methoden (Mn 21964); W. Marxsen, Einleitung in das NT (Gü 21964) 107-119; K. Romaniuk, Wegweiser in das NT (D 1965) 44-54; J. Rohde, Die redaktionsgeschichtliche Methode (H 1966); G. Schille, Anfange der Kirche (Mn 1966); A. Vógtle, Das NT and die neuere katholische Exegese I (Fr 31967); R. Pesch: BuL 8 (1967) 42-63.

Rudolf Pesch

 

 

Historia de la Redacción (Redaktionsgeschichte).

a).- Representantes:

Günther Bornkamm estudió la perícopa de la tempestad calmada y demostró cómo interpretó Mateo el relato dentro del contexto de la vida apostólica y de la fe en la palabra de Jesús, por eso en el evangelio según san Mateo la lección sobre la fe precede al gesto de Jesús aplacando la tempestad; en cambio en el evangelio según san Marcos el milagro precede a los reproches del Maestro:

 

Marcos 4,38-40

 

Mateo 8, 25-27

 

“Maestro, ¿no te importa que nos hundamos? El, habiéndose despertado, increpó al viento y dijo al mar: ¡Calla, enmudece! El viento se calmó y sobrevino una gran bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe?”.

 

“Acercándose ellos le despertaron diciendo: ¡Señor sálvanos, que perecemos! Díceles: ¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe? Entonces se levantó, increpó a los vientos y al mar, y sobrevino una gran bonanza”.

   

H. Conselmann, en su libro “El Centro del Tiempo” (1954), estudia la actividad redaccional de Lucas a partir de Marcos y de la Quelle; al leer en el versículo 16,16 que “La Ley y los profetas llegan hasta Juan; desde ahí comienza a anunciarse la buena nueva del Reino de Dios…“, encuentra que el evangelista habla de tres épocas en la historia de la Salvación: La primera es el tiempo de Israel hasta Juan el Bautista; la segunda es el tiempo de Jesús, o centro del tiempo, hasta la Ascención; la tercera es el tiempo de la Iglesia hasta la Parusía; y considera que esta perspectiva teológica afecta a todo el evangelio de Lucas en su redacción.

Willi Marxen estudió algunos de los temas de Marcos, como son las tradiciones del Bautista, el marco geográfico, la noción del evangelio y el capítulo 13. Según este autor, Marcos interpreta la historia de Jesús, el Cristo, el Hijo de Dios, a partir de lo que ve Juan el Bautista.

W. Trillin, en 1959 publicó el libro titulado “El verdadero Israel” que habla sobre la teología de Mateo. Un ejemplo típico de su estudio es el análisis del proceso de Jesús ante Pilato (Mt 27,15-26). Trilling muestra cómo Mateo inclina toda la escena para responsabilizar a los judíos del resultado del juicio.

b).- Tipos de actividad redaccional de los evangelistas.

1.- Corrección estilística. Por ejemplo, en el pasaje de la tempestad calmada, Lucas utiliza el tiempo verbal griego llamado aoristo en lugar del tiempo presente.

2.- Precisiones para dar claridad al lector, Por ejemplo en Lucas 22,69 dice que “el Hijo del Hombre estará sentado a la diestra del poder de Dios“, en tanto que en Marcos 14,62 dice solamente “el Hijo del Hombre sentado a la diestra del Poder“.

3.- Omisiones; se elimina algo. Por ejemplo Mateo y Lucas omiten el versículo de Marcos 1,43-44, que dice “Le despidió al instante prohibiéndole severamente…“.

4.- Adaptación. Por ejemplo en la parábola de los hombres que construyeron sus casas, Mateo 7,26 dice “…el hombre insensato que edificó su casa sobre arena“, en tanto que Lucas en el pasaje paralelo (6,49) dice que “…un hombre edificó su casa sobre tierra“; esta adaptación de Lucas se debe a que probablemente sus lectores no estarían familiarizados con la arena del desierto.

5.- Transposición de perícopas. Lucas agrupa dos hechos del Bautista (3,1-20) que en Marcos están separados: la predicación (1,1-8) y el encarcelamiento (6,17-29).

6.- Transposición dentro de una misma perícopa. Un mismo relato es alterado; por ejemplo en las tentaciones de Jesús en el desierto, la tentación “Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo…“, que en Lucas es la tercera (4,9), para Mateo es la segunda (4,6).

7.- Reducción de dos momentos a uno solo. En el relato de la resurrección de la hija de Jairo, Mateo no menciona a la delegación de criados de Jairo que van a anunciar la muerte de la niña (Mc 5,35). En Mateo 9,18 Jairo es la única persona que se presenta ante Jesús para decirle que su hija murió.

8.- Añadidura de una logia. Se trata de un logión (dicho) que aparece en diversos contextos; por ejemplo en la parábola de los obreros enviados a la viña, Mateo añade el versículo 20,16: “Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos“, que también se encuentra en Mt 19,30 a propósito de la puerta estrecha para entrar al Reino.

9.- Añadido de un relato procedente de otra tradición. Por ejemplo, en el proceso de Jesús ante Pilato Mateo añade el versículo 27,19: “Mientras él estaba sentado en el tribunal, le mandó decir su mujer: No te metas con ese justo, porque hoy he sufrido mucho en sueños por su causa“. Este versículo probablemente procede de otra fuente.

10.- Abreviación de un documento fuente. Lucas y Mateo suelen condensar a Marcos, sobre todo en la parte narrativa; por ejemplo en la curación del endemoniado de Gerasa:

Mc 5,1-5: “Y llegaron al otro lado del mar, a la región de los gerasenos. Apenas saltó de la barca, vino a su encuentro, de entre los sepulcros, un hombre con espíritu inmundo que moraba en los sepulcros y a quien nadie podía ya tenerle atado ni siquiera con cadenas, pues muchas veces le habían atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie podía dominarle. Y siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y los montes dando gritos e hiriéndose con piedras“.

Mt 8,28-29: “Al llegar a la otra orilla, a la región de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, y tan furiosos que nadie era capaz de pasar por aquel camino. Y se pusieron a gritar…“.

Lc 8,26-27: “Arribaron a la región de los gerasenos, que está frente a Galilea. Al saltar a tierra, vino de la ciudad a su encuentro un hombre poseido por los demonios, y que hacía mucho tiempo que no llevaba vestido, ni moraba en una casa sino en los sepulcros…“.

11.- Utilización de palabras gancho. A veces los evangelistas usan palabras que sirven de unión para diversos relatos; por ejemplo Mateo 6,5-13 usa la expresión “cuando oréis” para unir el Sermón de la Montaña con el Padre Nuestro.

12.- Unión de perícopas aisladas. Lucas y Mateo tratan de presentar unidas perícopas que en Marcos aparecen sin ninguna conexión, para ello usan expresiones tales como “en aquel tiempo“, .entonces“, “después de esto“, etc., que tienen solamente un valor literario; sin embargo en algunas ocasiones esas expresiones son del tipo teológico, y resultan de mucha importancia para la interpretación del texto; por ejemplo al final de las tentaciones en Lc 4,13, se añade “Acabado todo género de tentación, el diablo se alejó de él hasta un tiempo oportuno“; de este modo se anuncia la futura manifestación del diablo en la Pasión (Lc 22,3-53).

13.- Los sumarios. Son una especie de síntesis que el evangelista hace como un medio de transición de una perícopa a otra. Son composiciones personales y por eso nos revelan la teología del autor; un ejemplo de ellos es Mateo 4,23-25, sumario con el que el evangelista pasa del llamamiento de los cuatro primeros discípulos al sermón de las bienaventuranzas.

14.- Indicaciones geográficas, que algunas veces tienen sólo su valor geográfico, como Nazaret, Cesarea de Filipo, Naim, Emaús, etc., pero que en otras tienen algún contenido teológico: El sermón de la montaña para Mateo ocurre precisamente en una montaña, y para Lucas sucede en una llanura. Es que Mateo ve en Jesús al nuevo Moisés que desde lo alto de la montaña promulga una nueva Ley, mientras que Lucas ve a la montaña más bien como un lugar adecuado para la oración solitaria.

15.- Referencias al Antiguo Testamento. Todos los evangelistas ven en Cristo el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento, pero Mateo lo hace de una forma más viva porque se dirige a una comunidad judeo-cristiana, como lo manifiesta su fórmula “Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta” que aplica en diversos pasajes, como en 1,22; 2,5.15.17; 3,3; 4,14-16; 8,7; 12,7.17; etc.

16.- Dramatización de una escena. Un relato que era sombío en Marcos se transforma en dramático en otro autor, por ejemplo la curación de la hija de la sirofenicia de Mc 7,25-30 aparece dramatizada en Mt 25,22-24.

17.- Interpretación teológica de la tradición. Por ejemplo, a la condición de llevar la cruz (Mc 8,34), Lucas añade “cada día” para expresar que se trata de llevarla durante toda la existencia.

http://rsanzcarrera2.wordpress.com/2007/05/30/historia-de-la-redaccion-redaktionsgeschichte/