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| Jueves Santo: Jesús envía a preparar la Cena |
| 26:17 El primer día de los Azimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: «¿Dónde quieres que te hagamos los preparativos para comer el cordero de Pascua?»
26:18 El les dijo: «Id a la ciudad, a casa de fulano, y decidle: "El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa voy a celebrar la Pascua con mis discípulos."»
26:19 Los discípulos hicieron lo que Jesús les había mandado, y prepararon la Pascua.
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14:12 El primer día de los Azimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dicen sus discípulos: «¿Dónde quieres que vayamos a hacer los preparativos para que comas el cordero de Pascua?»
14:13 Entonces, envía a dos de sus discípulos y les dice: «Id a la ciudad; os saldrá al encuentro un hombre llevando un cántaro de agua; seguidle
14:14 y allí donde entre, decid al dueño de la casa: "El Maestro dice: ¿Dónde está mi sala, donde pueda comer la Pascua con mis discípulos?"
14:15 El os enseñará en el piso superior una sala grande, ya dispuesta y preparada; haced allí los preparativos para nosotros.»
14:16 Los discípulos salieron, llegaron a la ciudad, lo encontraron tal como les había dicho, y prepararon la Pascua.
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22:7 Llegó el día de los Azimos, en el que se había de sacrificar el cordero de Pascua;
22:8 y envió a Pedro y a Juan, diciendo: «Id y preparadnos la Pascua para que la comamos.»
22:9 Ellos le dijeron: «¿Dónde quieres que la preparemos?»
22:10 Les dijo: «Cuando entréis en la ciudad, os saldrá al paso un hombre llevando un cántaro de agua; seguidle hasta la casa en que entre,
22:11 y diréis al dueño de la casa: "El Maestro te dice: ¿Dónde está la sala donde pueda comer la Pascua con mis discípulos?"
22:12 El os enseñará en el piso superior una sala grande, ya dispuesta; haced allí los preparativos.»
22:13 Fueron y lo encontraron tal como les había dicho, y prepararon la Pascua.
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| La Última Cena: |
| a. Se reclina con sus Discípulos |
| 26:20 Al atardecer, se puso a la mesa con los Doce.
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14:17 Y al atardecer, llega él con los Doce.
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22:14 Cuando llegó la hora, se puso a la mesa con los apóstoles;
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13:1 Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.
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| b. Distribuye el vino |
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22:15 y les dijo: «Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer;
22:16 porque os digo que ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios.»
22:17 Y recibiendo una copa, dadas las gracias, dijo: «Tomad esto y repartidlo entre vosotros;
22:18 porque os digo que, a partir de este momento, no beberé del producto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios.»
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| c. Lava los pies |
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13:2 Durante la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarle,
13:3 sabiendo que el Padre le había puesto todo en sus manos y que había salido de Dios y a Dios volvía,
13:4 se levanta de la mesa, se quita sus vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó.
13:5 Luego echa agua en un lebrillo y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido.
13:6 Llega a Simón Pedro; éste le dice: «Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?»
13:7 Jesús le respondió: «Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora: lo comprenderás más tarde.»
13:8 Le dice Pedro: «No me lavarás los pies jamás.» Jesús le respondió: «Si no te lavo, no tienes parte conmigo.»
13:9 Le dice Simón Pedro: «Señor, no sólo los pies, sino hasta las manos y la cabeza.»
13:10 Jesús le dice: «El que se ha bañado, no necesita lavarse; está del todo limpio. Y vosotros estáis limpios, aunque no todos.»
13:11 Sabía quién le iba a entregar, y por eso dijo: «No estáis limpios todos.»
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| d. Explica lo que ha hecho |
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13:12 Después que les lavó los pies, tomó sus vestidos, volvió a la mesa, y les dijo: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros?
13:13 Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque lo soy.
13:14 Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros.
13:15 Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros.
13:16 «En verdad, en verdad os digo: no es más el siervo que su amo, ni el enviado más que el que le envía.
13:17 «Sabiendo esto, dichosos seréis si lo cumplís.
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| e. Anuncia la traición |
| 26:21 Y mientras comían, dijo: «Yo os aseguro que uno de vosotros me entregará.»
26:22 Muy entristecidos, se pusieron a decirle uno por uno: «¿Acaso soy yo, Señor?»
26:23 El respondió: «El que ha mojado conmigo la mano en el plato, ése me entregará.
26:24 El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido!»
26:25 Entonces preguntó Judas, el que iba a entregarle: «¿Soy yo acaso, Rabbí?» Dícele: «Sí, tú lo has dicho.»
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14:18 Y mientras comían recostados, Jesús dijo: «Yo os aseguro que uno de vosotros me entregará, el que come conmigo.»
14:19 Ellos empezaron a entristecerse y a decirle uno tras otro: «¿Acaso soy yo?»
14:20 El les dijo: «Uno de los Doce que moja conmigo en el mismo plato.
14:21 Porque el Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido!»
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22:21 «Pero la mano del que me entrega está aquí conmigo sobre la mesa.
22:22 Porque el Hijo del hombre se marcha según está determinado. Pero, ¡ay de aquel por quien es entregado!»
22:23 Entonces se pusieron a discutir entre sí quién de ellos sería el que iba a hacer aquello.
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13:18 No me refiero a todos vosotros; yo conozco a los que he elegido; pero tiene que cumplirse la Escritura: El que come mi pan ha alzado contra mí su talón.
13:19 «Os lo digo desde ahora, antes de que suceda, para que, cuando suceda, creáis que Yo Soy.
13:20 En verdad, en verdad os digo: quien acoja al que yo envíe me acoge a mí, y quien me acoja a mí, acoge a Aquel que me ha enviado.»
13:21 Cuando dijo estas palabras, Jesús se turbó en su interior y declaró: «En verdad, en verdad os digo que uno de vosotros me entregará.»
13:22 Los discípulos se miraban unos a otros, sin saber de quién hablaba.
13:23 Uno de sus discípulos, el que Jesús amaba, estaba a la mesa al lado de Jesús.
13:24 Simón Pedro le hace una seña y le dice: «Pregúntale de quién está hablando.»
13:25 El, recostándose sobre el pecho de Jesús, le dice: «Señor, ¿quién es?»
13:26 Le responde Jesús: «Es aquel a quien dé el bocado que voy a mojar.» Y, mojando el bocado, le toma y se lo da a Judas, hijo de Simón Iscariote.
13:27 Y entonces, tras el bocado, entró en él Satanás. Jesús le dice: «Lo que vas a hacer, hazlo pronto.»
13:28 Pero ninguno de los comensales entendió por qué se lo decía.
13:29 Como Judas tenía la bolsa, algunos pensaban que Jesús quería decirle: «Compra lo que nos hace falta para la fiesta», o que diera algo a los pobres.
13:30 En cuanto tomó Judas el bocado, salió. Era de noche.
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| f. Habla de su Pasión |
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13:31 Cuando salió, dice Jesús: «Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en él.
13:32 Si Dios ha sido glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo y le glorificará pronto.»
13:33 «Hijos míos, ya poco tiempo voy a estar con vosotros. Vosotros me buscaréis, y, lo mismo que les dije a los judíos, que adonde yo voy, vosotros no podéis venir, os digo también ahora a vosotros.
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| g. Contienda sobre la primacía |
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22:24 Entre ellos hubo también un altercado sobre quién de ellos parecía ser el mayor.
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| h. Los exhorta a la humildad |
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22:25 El les dijo: «Los reyes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los que ejercen el poder sobre ellas se hacen llamar Bienhechores;
22:26 pero no así vosotros, sino que el mayor entre vosotros sea como el más joven y el que gobierna como el que sirve.
22:27 Porque, ¿quién es mayor, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No es el que está a la mesa? Pues yo estoy en medio de vosotros como el que sirve.
22:28 «Vosotros sois los que habéis perseverado conmigo en mis pruebas;
22:29 yo, por mi parte, dispongo un Reino para vosotros, como mi Padre lo dispuso para mí,
22:30 para que comáis y bebáis a mi mesa en mi Reino y os sentéis sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.
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| i. Instituye la Eucaristía |
| 26:26 Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: «Tomad, comed, éste es mi cuerpo.»
26:27 Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: «Bebed de ella todos,
26:28 porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados.
26:29 Y os digo que desde ahora no beberé de este producto de la vid hasta el día aquel en que lo beba con vosotros, nuevo, en el Reino de mi Padre.»
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14:22 Y mientras estaban comiendo, tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio y dijo: «Tomad, este es mi cuerpo.»
14:23 Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio, y bebieron todos de ella.
14:24 Y les dijo: «Esta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos.
14:25 Yo os aseguro que ya no beberé del producto de la vid hasta el día en que lo beba nuevo en el Reino de Dios.»
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22:19 Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio diciendo: Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío.»
22:20 De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros.
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| El Mandato Nuevo |
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13:34 Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros.
13:35 En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros.»
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| Predicción de la negación de Pedro |
| 26:30 Y cantados los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos.
26:31 Entonces les dice Jesús: «Todos vosotros vais a escandalizaros de mí esta noche, porque está escrito: Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño .
26:32 Mas después de mi resurrección, iré delante de vosotros a Galilea.»
26:33 Pedro intervino y le dijo: «Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré.»
26:34 Jesús le dijo: «Yo te aseguro: esta misma noche, antes que el gallo cante, me habrás negado tres veces.»
26:35 Dícele Pedro: «Aunque tenga que morir contigo, yo no te negaré.» Y lo mismo dijeron también todos los discípulos.
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14:26 Y cantados los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos.
14:27 Jesús les dice: «Todos os vais a escandalizar, ya que está escrito: Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas.
14:28 Pero después de mi resurrección, iré delante de vosotros a Galilea.»
14:29 Pedro le dijo: «Aunque todos se escandalicen, yo no.»
14:30 Jesús le dice: «Yo te aseguro: hoy, esta misma noche, antes que el gallo cante dos veces, tú me habrás negado tres.»
14:31 Pero él insistía: «Aunque tenga que morir contigo, yo no te negaré.» Lo mismo decían también todos.
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22:31 «¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo;
22:32 pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos.»
22:33 El dijo: «Señor, estoy dispuesto a ir contigo hasta la cárcel y la muerte.»
22:34 Pero él dijo: «Te digo, Pedro: No cantará hoy el gallo antes que hayas negado tres veces que me conoces.»
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13:36 Simón Pedro le dice: «Señor, ¿a dónde vas?» Jesús le respondió: «Adonde yo voy no puedes seguirme ahora; me seguirás más tarde.»
13:37 Pedro le dice: «¿Por qué no puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti.»
13:38 Le responde Jesús: «¿Que darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes que tú me hayas negado tres veces.»
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| Las dos espadas |
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22:35 Y les dijo: «Cuando os envié sin bolsa, sin alforja y sin sandalias, ¿os faltó algo?» Ellos dijeron: «Nada.»
22:36 Les dijo: «Pues ahora, el que tenga bolsa que la tome y lo mismo alforja, y el que no tenga que venda su manto y compre una espada;
22:37 porque os digo que es necesario que se cumpla en mí esto que está escrito: "Ha sido contado entre los malhechores." Porque lo mío toca a su fin.»
22:38 Ellos dijeron: «Señor, aquí hay dos espadas.» El les dijo: «Basta.»
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| El sermón de despedida |
| a. El consuelo del más allá: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida" |
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14:1 «No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí.
14:2 En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar.
14:3 Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros.
14:4 Y adonde yo voy sabéis el camino.»
14:5 Le dice Tomás: «Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?»
14:6 Le dice Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.
14:7 Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto.»
14:8 Le dice Felipe: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta.»
14:9 Le dice Jesús: «¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"?
14:10 ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que os digo, no las digo por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras.
14:11 Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Al menos, creedlo por las obras.
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| b. El consuelo de ahora: "Os doy mi paz; no como la da el mundo" |
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14:12 En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre.
14:13 Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
14:14 Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.
14:15 Si me amáis, guardaréis mis mandamientos;
14:16 y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre,
14:17 el Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce. Pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros.
14:18 No os dejaré huérfanos: volveré a vosotros.
14:19 Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero vosotros si me veréis, porque yo vivo y también vosotros viviréis.
14:20 Aquel día comprenderéis que yo estoy en mi Padre y vosotros en mí y yo en vosotros.
14:21 El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él.»
14:22 Le dice Judas - no el Iscariote -: «Señor, ¿qué pasa para que te vayas a manifestar a nosotros y no al mundo?»
14:23 Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él.
14:24 El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado.
14:25 Os he dicho estas cosas estando entre vosotros.
14:26 Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho.
14:27 Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde.
14:28 Habéis oído que os he dicho: "Me voy y volveré a vosotros." Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo.
14:29 Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis.
14:30 Ya no hablaré muchas cosas con vosotros, porque llega el Príncipe de este mundo. En mí no tiene ningún poder;
14:31 pero ha de saber el mundo que amo al Padre y que obro según el Padre me ha ordenado. Levantaos. Vámonos de aquí.»
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| c. La viña verdadera: "El que permace en mí, da fruto" |
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15:1 «Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador.
15:2 Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto.
15:3 Vosotros estáis ya limpios gracias a la Palabra que os he anunciado.
15:4 Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí.
15:5 Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada.
15:6 Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden.
15:7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis.
15:8 La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto, y seáis mis discípulos.
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| d. Mandamiento del amor. El odio del mundo |
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15:9 Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor.
15:10 Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
15:11 Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado.
15:12 Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado.
15:13 Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos.
15:14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
15:15 No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
15:16 No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda.
15:17 Lo que os mando es que os améis los unos a los otros.»
15:18 «Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado antes que a vosotros.
15:19 Su fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero, como no sois del mundo, porque yo al elegiros os he sacado del mundo, por eso os odia el mundo.
15:20 Acordaos de la palabra que os he dicho: El siervo no es más que su señor. Si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros; si han guardado mi Palabra, también la vuestra guardarán.
15:21 Pero todo esto os lo harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado.
15:22 Si yo no hubiera venido y no les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa de su pecado.
15:23 El que me odia, odia también a mi Padre.
15:24 Si no hubiera hecho entre ellos obras que no ha hecho ningún otro, no tendrían pecado; pero ahora las han visto, y nos odian a mí y a mi Padre.
15:25 Pero es para que se cumpla lo que está escrito en su Ley: Me han odiado sin motivo.
15:26 Cuando venga el Paráclito, que yo os enviaré de junto al Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí.
15:27 Pero también vosotros daréis testimonio, porque estáis conmigo desde el principio.
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| e. Consuelo del Paráclito |
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16:1 Os he dicho esto para que no os escandalicéis.
16:2 Os expulsarán de las sinagogas. E incluso llegará la hora en que todo el que os mate piense que da culto a Dios.
16:3 Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
16:4 Os he dicho esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os lo había dicho. «No os dije esto desde el principio porque estaba yo con vosotros.
16:5 Pero ahora me voy a Aquel que me ha enviado, y ninguno de vosotros me pregunta: "¿Dónde vas?"
16:6 Sino que por haberos dicho esto vuestros corazones se han llenado de tristeza.
16:7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito; pero si me voy, os lo enviaré:
16:8 y cuando él venga, convencerá al mundo en lo referente al pecado, en lo referente a la justicia y en lo referente al juicio;
16:9 en lo referente al pecado, porque no creen en mí;
16:10 en lo referente a la justicia porque me voy al Padre, y ya no me veréis;
16:11 en lo referente al juicio, porque el Príncipe de este mundo está juzgado.
16:12 Mucho tengo todavía que deciros, pero ahora no podéis con ello.
16:13 Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir.
16:14 El me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros.
16:15 Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros.
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| f. Consuelo del reencuentro: "Nadie podrá quitaros la alegría" |
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16:16 «Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver.»
16:17 Entonces algunos de sus discípulos comentaron entre sí: «¿Qué es eso que nos dice: "Dentro de poco ya no me veréis y dentro de otro poco me volveréis a ver" y "Me voy al Padre"?»
16:18 Y decían: «¿Qué es ese "poco"? No sabemos lo que quiere decir.»
16:19 Se dio cuenta Jesús de que querían preguntarle y les dijo: «¿Andáis preguntándoos acerca de lo que he dicho: "Dentro de poco no me veréis y dentro de otro poco me volveréis a ver?"
16:20 «En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, y el mundo se alegrará. Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo.
16:21 La mujer, cuando va a dar a luz, está triste, porque le ha llegado su hora; pero cuando ha dado a luz al niño, ya no se acuerda del aprieto por el gozo de que ha nacido un hombre en el mundo.
16:22 También vosotros estáis tristes ahora, pero volveré a veros y se alegrará vuestro corazón y vuestra alegría nadie os la podrá quitar.
16:23 Aquel día no me preguntaréis nada. En verdad, en verdad os digo: lo que pidáis al Padre os lo dará en mi nombre.
16:24 Hasta ahora nada le habéis pedido en mi nombre. Pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea colmado.
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| g. Fe, paz y victoria: "En el mundo tendréis tribulación; pero ánimo: yo he vencido al mundo" |
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16:25 Os he dicho todo esto en parábolas. Se acerca la hora en que ya no os hablaré en parábolas, sino que con toda claridad os hablaré acerca del Padre.
16:26 Aquel día pediréis en mi nombre y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros,
16:27 pues el Padre mismo os quiere, porque me queréis a mí y creéis que salí de Dios.
16:28 Salí del Padre y he venido al mundo. Ahora dejo otra vez el mundo y voy al Padre.»
16:29 Le dicen sus discípulos: «Ahora sí que hablas claro, y no dices ninguna parábola.
16:30 Sabemos ahora que lo sabes todo y no necesitas que nadie te pregunte. Por esto creemos que has salido de Dios.»
16:31 Jesús les respondió: «¿Ahora creéis?
16:32 Mirad que llega la hora (y ha llegado ya) en que os dispersaréis cada uno por vuestro lado y me dejaréis solo. Pero no estoy solo, porque el Padre está conmigo.
16:33 Os he dicho estas cosas para que tengáis paz en mí. En el mundo tendréis tribulación. Pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo.»
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| La Oración Sacerdotal: |
| a. Ruega Jesús por sí |
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17:1 Así habló Jesús, y alzando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti.
17:2 Y que según el poder que le has dado sobre toda carne, dé también vida eterna a todos los que tú le has dado.
17:3 Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo.
17:4 Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar.
17:5 Ahora, Padre, glorifícame tú, junto a ti, con la gloria que tenía a tu lado antes que el mundo fuese.
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| b. Ruega por los Apóstoles |
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17:6 He manifestado tu Nombre a los hombres que tú me has dado tomándolos del mundo. Tuyos eran y tú me los has dado; y han guardado tu Palabra.
17:7 Ahora ya saben que todo lo que me has dado viene de ti;
17:8 porque las palabras que tú me diste se las he dado a ellos, y ellos las han aceptado y han reconocido verdaderamente que vengo de ti, y han creído que tú me has enviado.
17:9 Por ellos ruego; no ruego por el mundo, sino por los que tú me has dado, porque son tuyos;
17:10 y todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío; y yo he sido glorificado en ellos.
17:11 Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros.
17:12 Cuando estaba yo con ellos, yo cuidaba en tu nombre a los que me habías dado. He velado por ellos y ninguno se ha perdido, salvo el hijo de perdición, para que se cumpliera la Escritura.
17:13 Pero ahora voy a ti, y digo estas cosas en el mundo para que tengan en sí mismos mi alegría colmada.
17:14 Yo les he dado tu Palabra, y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como yo no soy del mundo.
17:15 No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno.
17:16 Ellos no son del mundo, como yo no soy del mundo.
17:17 Santifícalos en la verdad: tu Palabra es verdad.
17:18 Como tú me has enviado al mundo, yo también los he enviado al mundo.
17:19 Y por ellos me santifico a mí mismo, para que ellos también sean santificados en la verdad.
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| c. Ruega por la Iglesia |
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17:20 No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí,
17:21 para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
17:22 Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno:
17:23 yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.
17:24 Padre, los que tú me has dado, quiero que donde yo esté estén también conmigo, para que contemplan mi gloria, la que me has dado, porque me has amado antes de la creación del mundo.
17:25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido y éstos han conocido que tú me has enviado.
17:26 Yo les he dado a conocer tu Nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me has amado esté en ellos y yo en ellos.»
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