ALGUNAS POSIBLES IMPLICACIONES
¿Cómo
podría ser este nuevo paradigma? ¿ACEPTAR QUE...
- ... todo conocimiento debe
ser consciente de sus límites: provisionalidad,
limitación del campo de investigación, avances
continuos ...?
- ... aceptar el reconocimiento de
los distintos tipos de saber?
- ... hay que
"dialogar" entre las distintas ramas del saber?
- ... no hay verdades
absolutas, sólo aspectos parciales que se
complementan?
- ... conocer es interpretar?
- ... detrás de todo
conocimiento hay intereses más o menos
racionales?
- ... hay que situar el
conocimiento dentro de la realidad de la persona
y de la Naturaleza?
- ... todo conocimiento
es relativo? ... no hay verdades absolutas?
- ... hay que moverse en
la línea de la posverdad: "el que algo aparente
ser verdad es más importante que la propia
verdad"? (Posverdad
= un
neologismo que describe la
situación en la cual, a la hora de crear y
modelar opinión pública,
los hechos objetivos tienen menos influencia que
las apelaciones a las emociones
y a las creencias personales)
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estos principios epistemológicos se refieren
sólo a la "ciencia" o a todo tipo de
conocimientos y saberes
http://prof.usb.ve/miguelm/articulos.html
http://prof.usb.ve/miguelm/procesonuestroconocer.html
http://miguelmartinezm.atspace.com/Nuevo%20Paradigma%20Epist%20de%20la%20Ciencia.htm
"El
término ‘paradigma’, hoy, desborda los límites que
le fijara Kuhn en su célebre obra (1978, orig.
1962). No se limita a cada una de las distintas
disciplinas científicas, sino que incluye la
totalidad de la ciencia y su racionalidad. Los
resabios positivistas de Kuhn han de ser aquí
plenamente superados. No están en crisis los
paradigmas de las ciencias, sino el paradigma de la
ciencia en cuanto modo de conocer.
Un
paradigma científico puede definirse como un
principio de distinciones-relaciones-oposiciones
fundamentales entre algunas nociones matrices que
generan y controlan el pensamiento, es decir, la
constitución de teorías y la producción de los
discursos de los miembros de una comunidad
científica determinada (Morin, 1982)
Un
conocimiento de algo, sin referencia y ubicación en
un estatuto epistemológico que le dé sentido y
proyección, queda huérfano y resulta ininteligible;
es decir, que ni siquiera sería conocimiento. En
efecto, conocer es siempre aprehender un dato
en una cierta función, bajo una cierta
relación, en tanto significa algo dentro
de una determinada estructura. Pero, a su
vez, el método para alcanzar ese conocimiento
también estará siempre ligado a un paradigma
específico, que le fija los rieles por cuales ha de
caminar, y atado a una función ideológica que le
determina las metas y a la cual sirve. Una
investigación neutra y aséptica es algo irreal, es
una utopía.
Si el
conocimiento se entiende como articulación de toda
una estructura epistémica, nadie ni nada podrá ser
eximido –llámese alumno, profesor, programa o
investigación– de afrontar los arduos problemas que
presenta la epistemología crítica. Lo contrario
sería convertir a nuestros alumnos en simples
autómatas que hablan de memoria y repiten ideas y
teorías o aplican métodos y técnicas entontecedores
y hasta cretinizantes, con los cuales ciertamente
colapsarán y por los cuales podrían ser arrastrados
hacia el vacío cuando una vuelta de la historia,
como la que hemos presenciando recientemente en los
países de la Europa Oriental, mueva los fundamentos
epistémicos de todo el edificio.
Desgraciadamente, ése es el destino inexorable de
todo lo que se impone como dogma, aun cuando
se vista con los ropajes de la ciencia.
La
reflexión y crítica hermenéutica sobre el modo
de conocer pudiera terminar postulando una
matriz epistémica distinta, con un sistema de
asignación de significados y procesos operativos
también diferente. Muchas manifestaciones de la
postmodernidad y, sobre todo, del
postpositivismo, así lo hacen entender.
La
riqueza del pensamiento filosófico relacionado con
nuestros procesos del conocer es sumamente amplia.
No vamos a entrar aquí en su análisis y
fundamentación. Baste decir que, tratando de
identificar el criterio relevante que
constituye la diferencia epistemológica de
cada una de estas "teorías de la verdad",
podríamos centrar su pensamiento alrededor de los
siguientes conceptos: correspondencia o
adecuación entre la mente y la realidad (forma
clásica aristotélica), evidencia y certeza
interior del sujeto sobre algo (posición de
Descartes), coherencia en el sentido (como
explica la filosofía de Hegel), utilidad o
pragmática de los resultados (autores americanos
como James, Dewey, Rorty), teoría semántica
de la correspondencia en el sentido de Tarski,
formas constructivistas de la teoría del consenso
de Habermas y formas dialécticas o
interaccionistas (sujeto-objeto) de muchos autores
modernos, como Hanson, Toulmin, Polanyi, Feyerabend,
Lakatos, Morin, el último Popper, y los mismos
físicos Heisenberg y Niels Bohr, entre otros.
Nos
referiremos brevemente a la primera y a la última de
estas orientaciones epistemológicas"
(Martínez Miguelez)
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